La hermosa historia continúa...
Cuando creó la marca Björka en 2008, Sylvain Michaut Probablemente no imaginó que ella lo llevaría tan lejos, tan alto. Después de trabajar para importantes marcas deportivas francesas y americanas, el cuarentón tuvo una idea: lanzar su marca de ropa dedicada a los ciclistas. Un universo que conocía perfectamente. “Corrí en prelicencia, juniors y cadetes en el CC Étupes. En aquella época, mi padre suministraba chándales al club de Robert Orioli”, recuerda. Y luego, una mala caída llevó a su padre a prohibirle andar en bicicleta. Cortina ! Excepto que cuando este virus se infiltra en ti, ninguna vacuna ni tratamiento lo erradica realmente y un día regresa de una forma u otra.
Inspiración de un campeón “En 2008 todavía trabajaba en Briko (Nota del editor: una marca de gafas de sol). Tenía delante una foto de la noruega Marit Bjoergen, la mejor esquiadora de fondo de la época. Lo patrocinamos. Me gustó el nombre. Quería algo que sonara nórdico. Así llegué a Björka. Un diseñador me hizo el logo y quedó así”, cuenta el emprendedor. Al principio hizo fabricar sus camisetas y pantalones cortos en China, lo que - admite - no era garantía de calidad absoluta. Luego se dirigió hacia Italia y la región de Treviso. La diferencia es abismal.